En el otoño, la naturaleza se vuelve naranja como para decirnos que bajemos la velocidad. Los árboles se deshacen del follaje que se ha vuelto superfluo. Se produce una transición entre la energía explosiva del verano y la, más introspectiva, del invierno.
El Shiatsu acompaña el cambio de estación pero también de ritmo, tanto el regreso puede ser sinónimo de novedad.
Mientras la naturaleza interioriza, somos empujados, contra corriente, por las actividades de regreso a la escuela, regreso al trabajo, nuevo trabajo o nuevo deporte, preparación para las vacaciones.
El Shiatsu ayuda a restablecer el equilibrio alterado por los cambios. Te permite liberarte de las tensiones acumuladas y liberar la presión .
En otoño, el cuerpo segrega más melatonina (hormona del sueño) y envía signos de fatiga.
El nivel de serotonina (hormona que regula el estado de ánimo) cambia y la mente se acelera.
Al estimular el sistema nervioso y hormonal, el shiatsu ayuda a que su reloj interno se ponga a tiempo .
El otoño es una temporada de transición del verano al invierno. La energía yang energizante, luminosa y cálida del verano da paso a la energía yin, interiorizante, oscura y fresca, del invierno.
El frío que empieza, la luminosidad disminuye y los días que se acortan pueden afectar nuestro buen humor. Hay una transición entre las actividades de verano y las de invierno.
El Shiatsu acompaña a todo el ser en su paso hacia la estación fría .
Se estimula la energía defensiva y el sistema inmunológico cuando reaparecen los resfriados y catarros.
Al trabajar en la circulación de la energía, el shiatsu hace que el cuerpo entre en fase con la energía del momento.
A fuerza de correr bajo presión externa, puede olvidarse de cuidarse.
Una sesión de shiatsu es un momento para respirar y conectarse con su cuerpo. Esta vez tras la cual corremos sin aprovecharla. Este cuerpo en el que vivimos sin escucharlo siempre.
En la naturaleza, el otoño es propicio para la recolección y la clasificación.
El Shiatsu te invita a tomar conciencia de ti mismo , de tus perturbaciones, de tu adaptabilidad.
También hay sorpresas en el almacén: tensiones ignoradas, nudos que revelan otras, emociones reprimidas que surgen, otras que ceden.
Una sesión de shiatsu es a menudo una oportunidad para hacer balance y deshacerse de viejos bloqueos.
¡Un bonito viaje del que saldrás más sereno , en armonía contigo mismo y con tu entorno !
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