La relación entre una persona y «su» animal es única y fuerte, mucho más fuerte de lo que uno pueda imaginar. Debido a este vínculo que los une, estos dos seres se conectan entre sí. Estés donde estés, el Animal siente tus emociones, tus ansiedades, tus miedos, tus alegrías así como tu estado de salud.

Cuando decimos que el animal es la representación de su persona, siempre pensamos en primer lugar tanto en su comportamiento como en su educación. No hablaré de educación ni de mal comportamiento, sino de estado emocional, porque de eso se trata. El Animal, sea cual sea su especie, es siempre sensible al estado emocional de su persona hasta el punto de copiarlo a veces. Por lo tanto, en consulta con las flores de Bach, la pareja Hombre / Animal a menudo termina con una botella floral similar. El mundo es energía, el mundo es vibración. Tus ansiedades, tus miedos, tus alegrías … ¡son ondas que tu animal recibe con toda su fuerza!

El Animal Espejo no se limita a la personalidad y las emociones, a veces es el cuerpo el que habla. ¡El Animal puede desarrollar una patología física en conexión directa con la tuya o más bien, en conexión directa con la causa psicosomática! Y en algunos casos, el animal presenta «solo» los síntomas pero los análisis veterinarios no confirman el origen de esta dolencia. A veces hay animales muy enfermos que se recuperan de su patología tan pronto como tienen una «curación espiritual» o cuando su humano se da cuenta de una situación particular. El Animal refleja tus propios miedos, tus propias ansiedades, tu nerviosismo … en definitiva, es el reflejo de tu propia naturaleza.

Ningún encuentro es una coincidencia, por ejemplo las personas que conocemos en nuestras vidas están ahí para ayudarnos a evolucionar. Mira a tu Animal, es tu espejo, te permite conocerte mejor y ver lo que tienes que cambiar en ti mismo para lograrlo, para convertirte en la mejor versión de ti mismo.