Los oídos de nuestros peludos son sensibles, es importante vigilar su estado para prevenir cualquier patología auricular. Si el control los oídos debe ser regular, el mantenimiento no debe ser sistemático. De hecho, al querer hacerlo bien y limpiar los oídos de tu compañero con demasiada frecuencia, corre el riesgo de obtener el efecto contrario. Así que recuerda que solo se limpian las orejas sucias.
Un oído sano es un oído limpio y rosado que no emite un olor desagradable. Inspecciona regularmente las orejas de tu peludo en busca de cera, costras o parásitos. Si tu Animal (Perro, Gato, Conejo …) sacude o inclina la cabeza y se rasca a menudo las orejas, esto es un signo de que algo le esta pasando: por lo tanto, debes consultar a un veterinario. Efectivamente, es posible que una espiga haya entrado en la oreja de tu animal o que éste padezca una patología auricular, solo un veterinario puede hacer tal diagnóstico.
Si tu animal tiende a tener las orejas sucias, tendrás que limpiarlas para evitar cualquier patología.
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Para limpiar las orejas de tu animal, te sugiero plata coloidal, ya que es un antibacteriano y antifúngico natural y muy suave con la piel o también anibio limpiador de oídos con Lavendula augustifolia, Pelargonium graveolens y Melaleuca alternifolia.
Nota importante: ¡no laves las orejas de tu animal todos los días! ¡Una vez a la semana como máximo! Si «tienes» que hacerlo con más frecuencia es porque tu peludo padece una patología de oído, debes acudir a un veterinario.
Lo que no debes hacer.
Advertencia: este artículo no reemplaza una opinión veterinaria, su único propósito es informarte sobre el mantenimiento de las orejas de tu animal.
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